La estación de Luceros del TRAM Metropolitano de Alicante acoge, desde el pasado sábado y hasta el 28 de febrero, la exposición fotográfica “Una ciudad para todos” organizada por la asociación “Alicante accesible” con la colaboración de Arquitectos sin Fronteras y otras entidades para reivindicar la accesibilidad de la capital de la provincia y tratar de concienciar a la sociedad sobre el problema que sufren a diario las Personas de Movilidad Reducida (PMR).

A través de más de cien imágenes expuestas en el vestíbulo de la instalación del TRAM de Alicante se pretende mostrar la realidad de la ciudad en el apartado de movilidad y que una ciudad sin barreras, en la que se pueda andar por las calles, entrar en los edificios públicos, comprar en los comercios y desfrutar del tiempo de ocio, es posible con el esfuerzo de todos.

La exposición está dividida en los apartados de presentación, entorno, transporte, edificios públicos, fincas urbanas y comercios y otros tipos de establecimientos en los que se realizan preguntas o aseveraciones como “¿Es Alicante una ciudad accesible?”, “¿Se tiene en cuenta la normativa sobre accesibilidad en el diseño de la ciudad?”, “Queremos rampas accesibles, no desniveles imposibles de escalar”, “Con voluntad, ningún obstáculo es insalvable. Combinación de rampa y ascensor comunican la playa y la ciudad”, “Palacio Provincial: dinámico, actual y para todos los públicos”, “Museo de la excelencia en adaptación”, “Todos tenemos derecho a poder entrar en nuestros edificios públicos”, “Entre todos, facilitemos el libre acceso a la sanidad” y “Transporte urbano”.

En este último apartado, destaca “TRAM: transporte cómodo, autónomo y accesible para todos”, en el que se explica que la Ley 9/2009 garantiza las condiciones necesarias para que el sistema de transportes de la Comunitat sea accesible a todas las personas, teniendo en cuenta sus necesidades de movilidad, cuestión que cumple el TRAM de Alicante desde su inauguración en 2003, ya que son cien por cien accesible todas sus instalaciones.

La muestra intenta concienciar a los ciudadanos que la accesibilidad es un problema de todos, no sólo a las personas con discapacidad física, ya que todos en algún momento de su vida puede encontrarse en dificultades para desplazarse por una caída, por llevar un cochecito de bebé, una carro de la compra, por estar embarazada o, simplemente, por ser mayor y caminar con dificultad.

Por ello, se recomienda que no se utilice el término “minusválido” o “discapacitado” porque restringe el problema de la accesibilidad a un colectivo concreto, cuando en realidad puede afectar a toda la población en algún momento dado.